3
Creíste que saltabas al vacío pero en realidad sabías muy bien donde ibas a caer. A mi me pasó lo mismo. Se me rompieron todas las partes. Pero esta vez confié en el poder de la destrucción. Imposible unir las piezas pretendiendo la reconstrucción. Soy. Fragmentos, un todo desarticulado. 4 Escuché la musicalidad de la palabra pleno. Y no pude dejar de reír. 5 A menudo pienso en ofrecerme otra posibilidad. Pero me confundo a ratos. Otra posibilidad, que no otra oportunidad! Perpetuar la idea de fracaso es una tarea que exige demasiada dedicación. Prefiero la renuncia cuando se está todavía a tiempo. Hubo un día en que decidí dejar pasar todas las oportunidades. Y de posibilidad en posibilidad me transformé en un ser inoportuno. E inmediatamente me suicidé. 6 Vivo. Así. No puedo describir. Puedo identificar, amplificar y poner a prueba una única sensación durante un tiempo indeterminado en diferentes entornos. Puedo escribir y ni siquiera molestarme en comprender el significado de cada palabra. Puedo intensificar cada una de mis experiencias. Soy capaz de asumir muchas derrotas. Pero no olvido. 7 Preludio de lo que vendrá: Antes o después. Seré incapaz de pronunciar las palabras democracia y tecnología sin echarme a reír o llorar. Lo mismo que me sucede ahora con las palabras religión, justicia, libertad, igualdad y fraternidad. 8 El hombre perfecto se cree dios. La mujer perfecta no cree en dios ni en el hombre. Ni en la idea de perfección. No cree. Es. Esto ya lo sabías, vale. ¿Por qué a mí no se me ocurrió? 9 Nada que decir. |
10
Digo Diego. Dices Armando. Decimos...? |
11
Intenté durante una hora, sin interrupción, darle otro significado a lo que sentía. Intenté, durante aquella interminable hora, sin interrupción, transformar un sentimiento en un símbolo. Algo así como una imagen que contenga en sí misma una sensación universal. Un logo que te relacione con algo que te está sucediendo y que te convenza de que eso que sientes es algo único, nuevo. Una emoción y un símbolo en los que nadie y todos nos pudiéramos identificar durante una hora sin interrupción. 14 Ignorante profesional que pretende crear situaciones en el vacío. |
12
Mi versión es un sueño o mi primer recuerdo… Siento las voces de mi madre y de mi padre no muy cerca de mí. Algo me sostiene. No sé dónde pero estoy a gusto, cómodo, cálido, en paz. Un movimiento seco hacia arriba me asusta, me electriza. Intento abrir los ojos muy lentamente. Es mi primera reacción consciente, lo sé. Ejecuto una acción precisa, cuidada, muy radical. Es un momento de mucha tensión muscular, las cejas arqueadas hasta el límite de lo posible, los pómulos redimensionándose. Siento el peso de los parpados y el esfuerzo cósmico que supone elevarlos. Y me hace gracia. Siento como se desenredan o se separan cada una de mis pestañas. Siento el aire en contacto directo con la humedad de mis ojos. Me congelo. Me estremezco en el frío pero decido continuar, enceguecido, desconcertado, convencido de mi única intuición. Un rato después consigo hacer un tremendo acto de resistencia que se traduce en imagen. Penetrado y conmovido por la luz. |
13
A veces me sorprendo de mi inmensa capacidad para hacer daño. Mirar dentro, hallar las fisuras. Pararme frente al espejo ajeno. Y creer que no cuesta nada profundizar, abrir aún más las heridas. Provocar un nuevo no dar más. Descubrir otro dolor. Sin cura. Al que sólo se lo puede distraer ofreciéndole entretenimiento. Pero el efecto de la anestesia dura todo lo que tardo en ser hostil. Y sin maldades a las que recurrir. En el vacío de la angustia original. Me aburro. 15 El otro día me sucedió algo muy extraño: Tuve la necesidad de expresar mi opinión pero fui incapaz de tomar una decisión… ¿Qué es mejor? ¿Publicar en el muro de Facebook o hablarle a una pared? 16 Salí a la calle y me encontré con catorce personas. A todas las saludé y a todas les comunique lo que estaba pensando. A todas las mire a los ojos y a todas las escuché. Intenté tratar a todas aquellas lejanas personas por igual. Pero la tarea fue demasiado poco humana, para mí. Intenté ser coherente con lo que sentía. Y sólo a una le mostré la foto de mi hija… porque me lo pidió. |
17
Entré a la casa de alguien que aún hoy cree que me conoce. Cuando quiso me dio de comer. Cuando quiso me dejó opinar. Y cuando yo hablaba de mi vida ella creía que estaba revisando la suya. Y no me pudo soportar. Luego decidió otra vez matarme. |
Algo que a mí me llena de vida. |
18 No me reconozco. Acabo de poner un plato lleno de migas de pan sobre la baranda del balcón para que se alimenten los pajaritos. ¿Qué fue de aquel lanzador de gatos que se vanagloriaba de hacerlos pasar por arriba de los cables de luz? 19 Cuatro adultos sentados alrededor de una mesa. La situación es real: La dueña de un perro comenta que debe comprar otro colchón porque a él* no le gusta el que ella ha comprado. ¡ ¿? ! Ella habla sin dejar de pasar página a cientos de revistas de moda. Habla y mientras comenta la jugada del animal, jamás dirige la mirada a sus interlocutores. Habla y consume ejemplares "in" a una velocidad escandalosa. Observo la escena con estupor… No tanto por el capricho de ese canino que no me atrevo a imaginar, sino por la actitud generalizada de las otras personas que, habiéndose interesado por el tema en cuestión, continúan con absoluta naturalidad la charla durante cinco siglos minutos…y ella nunca los mira a la cara! Nunca! ¡Ni cuando pierde la cuenta de la cantidad de colchones que ha comprado, ni cuando escucha atentamente los consejos o las preguntas de los demás! ¿A nadie le llama la atención? La conversación fluye. El tiempo no pasa. Las revistas se agotan. Ella afirma que su cuadrúpedo descansa mejor en superficies más duras que el látex.¡ ¿? ! Un par de milenios minutos después la cosa se pone espesa: Ella, además, confiesa que prefiere dormir con él* antes que con su pareja humana. Varón. Yo me doy cuenta que también hay en la sala una niña, en edad de entender, jugando detrás de las cortinas. Entonces decido intervenir. Digo algo así como que su problema se resolvería si dejase que él* elija... al fin de cuentas los perros son muy inteligentes. Ella dejó de pasar páginas, levantó y clavó su mirada en mí. Yo fui mas allá ... sugerí que directamente le dé el dinero . Que lo compre él*. Que no se ande con vueltas. Que confíe y que respete sus necesidades, sus deseos y decisiones. Se hizo un silencio ensordecedor. La niña se descubrió y buscó con su mirada una explicación en los rostros de sus padres. Ellos miraban fijamente la revista que sujetaba con firmeza la dueña de la mascota. Yo aún no consigo descifrar qué tipo de juego perverso estaban practicando. él* es en referencia al pichichu. Siempre. |
21
Joder! Tenía una idea buenísima para hacer en un teatro o en una casa y en la calle. Desconozco todo de la idea y sólo me queda la sensación de haberla tenido. Ocurrió hace menos de tres minutos. Esto me colma de bronca. Me llena de ira. Tengo ganas de romper algo pero no sé muy bien por donde terminar. La idea era buenísima y no fui consciente de su potencialidad hasta que me olvide por completo de ella. |
22
Hay personas que me inquietan. Me hacen sentir inseguro. Y re-descubro un otro yo. Temeroso, prudente y reflexivo. Me transformo en un ciudadano policía que respeta y que hace respetar las normas explícitas e implícitas que son las más jodidas de hacer entender. ¿entendido? Y me convierto en deber y obligación. ¿entendido? Pero sobre todo en castigo. ¿No sé si soy claro? Ay… ¡como me gusta que se cumplan los castigos! ¿ Entendido o prefieres que te lo repita? |
23
Más de una vez tome la decisión de irme. Sin embargo aquí estoy. Llegando. A medio camino, entre la tristeza y la reinvención. Lejos de casi todo lo que fui. Cada vez más cerca de vos. Aunque no lo parezca. S e n s a c i o n a l |